NO ES MI PLANTA DE NARANJA LIMA

Eso me pasa por estar chupa y chupa leche de tigre… ni siquiera me muero por ella y me paso de vueltas, conchasumadre. En pleno Miraflores sacándome la mierda. El estómago me arde. Ahorita en la oficina me preparo un mate de coca a ver si me recompone el cuerpo, que parezco  un pendejo buitreando por el falso Paquisha y durazo no estoy, pues, que ni una mora jamás he comprado, coquero no soy ¿ya?  Sí, un mate de coca es lo que necesito; un mate de coca, cola, la cola coca, cacolaco, lacocaco, chuchasumay… Una Incacola, eso es lo que me provoca… Una Incacola bien fría… Bien fría, que caliente me llega al pincho… Cholo cojudo. Lima cada vez está más  acholada… Caracho con la Incacola, está caliente. Huevón de cholo, me metió el dedo, jijunagranputa. Tengo la barriga descompuesta, carajo con la Incacola caliente. Ya pues, vuelvo y le pateo el poto al huaco pezuñento… Es tarde, mañana   le digo. Mierda, la barriga me duele horrores… ¿Dónde carajo he dejado el carro? Putamadre, la barriga. Juraría que era en esta cuadra. Sí pues, ahí está. ¿Qué chucha hace ése? Ahora me dirá que estaba chequeando mi carro. Estos serranos que bajan a Lima, que se quitan la chompa de alpaca y se ponen una gorra, ya se creen guachimanes profesionales. Le digo que no tengo plata y ya.  Ni cagando le doy un solo sol al huevo frito ése, ya me enseñó mi viejo: a los cholos, ni los buenos días, que toditos son orgullosos y pronto te friegan la pita; que se vuelvan a la sierra a sembrar papas que es para lo único que sirven. Para eso y para cachar, que se reproducen como cuyes y Lima ya está superpoblada como para que vengan aquí y por las puras nos den la vuelta. Hola, hola, hola camarón con cola.  Gracias, O.K., chau.  Chau pantalón parchao. Seguro que el cholo está pensando que soy un blanquiñoso huevón y pituco miraflorino chuchasumay. ¡Pasumachu, qué chinche de cholos! Machucados como pienso de llamas debieran estar. Me salió bestial, ni un solo Sol me ha rascado el huaco coimero, con la boca abierta se quedó, con ese agujero que tienen por boca los cholos. Qué cague de risa cuando lo cuente en la oficina… Chinos se van a poner. ¡Qué vaina, el estómago me arde todavía! Con la de chifas ricos que hay por todas partes y voy a comer comida criolla, que está buenaza, pero hay que tener estómago fuerte para resistirla. Mañana vuelvo y le meto los frejoles, los cebiches, los pallares, la papa a la huancaína, el mondonguito y la carapulcra por el poto al indio cojudo. Ya estoy. ¿Dónde estaciono mi carro? Carajo de tráfico, Lima cada día está peor, mañana sábado me voy a la chacra a descansar de tanto cholerío. ¿Dónde estaciono? Ahí… no puedo, allá… tampoco. Me llevo una cholita a la chacra para cachar rico todo el fin de semana. Ya pues, le digo al chibolito ése que me chequee el carro por tres horas y ya. Ya chibolo, le digo, cuidadito con el carro, pues, que si le pasa algo te desgranputeo. O.K., le digo y ya, que si no llego tarde. No, allá puedo estacionar, que le den al indiecito, eso que me ahorro. Mi estómago, caracho. Me arde el poto como si tuviera un ají seco metido en él. Me llevo a Vilma, que está requetebuena y lo pasamos bien. Le meto la huasamandrapa a fondo a la mamacita y que grite de placer la cholita. La pinga se me para sólo de pensarlo.  Le hago una sopita. Primero que se lave bien la chucha, que sino puedo coger chancro en la lengua y se me cae a pedazos, que las cholas son un poco chanchas, y no. Ya estoy arrecho. No tengo ni un solo jebe, tengo que comprar, que estas cholas resabidas, a la menor oportunidad se quedan preñadas y ya. No pues, eso no, ¿O.K.? Que antes de darla ya te dicen que están con el bombo. Si me vengo sin jebe, la cholita me viene con un chibolín en brazos y no, pues, eso no, ya. Lloran y se jalan las trenzas hasta que les das una cachetada y se callan... ¿Y si invito al sonso de Estrada? No, que ése, más que sonso, es un rosquete y me pide que le meta un camote por el poto. Menudo cabro. Seguro que es rosquete: siempre con sus pantalones al cuete. Mierda de Toyota, me quedó chueco, pero ya, que llego tarde. Carro lindo, pero japonés. Lima está llena de cholos y japoneses. Ahora que hasta los japoneses están metidos en política, sólo falta que un cholo de Puno encuentre petróleo. Sería el acabose. Chuchasumay, voy a reventar. Pucha, que me cago. Me cago. Nunca jamás papeo comida criolla. Ya pues, me cagué. Embarrado de mierda estoy hasta el cuello. No puedo ir a la oficina así, caracho, ¿qué hago?… Voy a la oficina y mañana salgo en el Caretas: “regio oficinista no aguanta la diarrea y se caga en pleno Olivar de San Isidro”. Seguro que el rosquete de Rafo León me ve y lo publica en sus crónicas de La China Tudela, el cabro, que no sé cómo se entera de todo, conchasumadre, jijuna…  ¿Qué mierda hago? ¿Salgo del carro? No, eso no, que estoy embarrado como un chancho. Me quedo. Me quedo y ya está… Tengo que volver a casa para lavarme y cambiarme. Santa Rosa de Lima, ahorita es el momento de que los barcos atraquen en la Plaza de Armas, pues. Yo quedaría limpio y de paso se ahogarían todos los cholos pezuñentos, que es sabido que los serranos no saben nadar, sólo plantar papas en las alturas. Señor de los Milagros, límpiame de toda esta mierda infame que ya sabes que cada noche te rezo tus novenas. ¿Por qué me pasa esto? ¿Acaso merezco castigo, yo, que desde que estaba en el Markham te rezaba en perfecto inglés? Caracho, el carro no me arranca. ¿Qué mira ese cholo? Seguro que viene y me pide plata, el cojudo. Viene para acá. Seguro que tiene más mierda en el cuerpo que yo en el poto, el huevón. ¿Qué me baje? ¡Está diciendo que me baje del carro por las buenas! ¡Jijunagranputa, me quiere robar el carro! ¡Carajo! ¡Vaya golpe, me sacó la mierda!… Se lleva mi Toyota el pendejo… Nadar no sabrán, pero manejar… ¡Mira cómo corre el cholomierda!… ¿Qué carajo hago ahora en pleno Olivar cagado y sin carro? Realmente, Lima cada vez está más imposible. ¡Conchasumadre!

5 comentarios:

brokemac dijo...

¡Qué buen dominio de la lengua, hijo! :)
Pero a este señor ¿qué le pasa? estaba un poco borracho ¿no? ayyy es que se me escapan algunos términos...
Voy a volver a leerlo :)

Darwin Bruno dijo...

Gracias por tu visita a mi espacio y gracias por seguirme, muy amable de tu parte . Te estoy agradecido por tu aceptación. También te estoy siguiendo.Te envío un fraternal saludo.

http://socialculturalyhumano.blogspot.com/

pon dijo...

Ajajajajaaaaaa!!!!!!! si es que rezar en inglés no sirve pa ná. Qué sonoras las palabras limeñas, ese español tan curioso y compruebo que hay buena mezcla en el cheli ya, me gusta.

Buena historia, el regio oficinista es pa echarle de comer aparte, menudo menda, madre mía.

Anónimo dijo...

eso, la guasamandrapa.
Chesum...

Camila dijo...

jaja me gustó la historia... ¿Y aquién no le pasó alguna vez? Igual lo peor para mi es cuando estás en un restaurante, porque cuando te levantas para ir al toilette todos te miran y si tardás mucho en salir, se dan cuenta porque tenés que caminar por todo el lugar hasta llegar a tu mesa. Hay un muy buen restaurante en Argentina que se llama Las Cholas y está buenísimo porque tiene muchos baños, así que siempre tenés uno cerca, y no tenés que desfilar por todos lados para llegar hasta él! jaja