GLADYS-35


/ 1 /

Sentado sobre la arena blanca de la playa, recostado sobre una roca, sintió el aire tibio acariciando su cuerpo desnudo. En sus manos, un libro. El título impreso sobre la tapa forrada en tela roja era así de rimbombante: Silogismos de una era inacabada en un mundo de creaciones inabarcables e infinitas/ y 35. Travis abrió el libro lentamente, como si no le importara. Pero la sorpresa se perfiló en su rostro al comprobar que estaba en blanco; más aún que la fina arena de las dunas. Un extraño y fuerte resplandor le obligó a cerrar los ojos, acaso por el sol reflejado en las páginas níveas. Oyó gritar su nombre. Un grito metálico. La luminosidad comenzó a menguar rápido y un manto de sombras lo envolvió todo, menos un intenso haz de luz que iluminaba una bola del mundo suspendida en el aire. Vio un dedo de hierro hundirse en la arena. El globo terráqueo comenzó a girar sobre sí mismo con tanta velocidad que se desprendió de los invisibles hilos que lo sostenían. Travis intentó evitar que cayera al suelo, pero no lo consiguió y se rompió en infinitos trozos. El estruendo que produjo lo despertó.

Sudaba. Las sábanas estaban empapadas. Miró a Gladys que dormía a su lado, plácida y relajada, mientras dos pulgas recorrían las sábanas mojadas soñando con un perro amigo. Travis fue hacia el baño para refrescarse con una ducha fría. Gladys abrió los ojos y las pulgas cayeron fulminadas. Afuera, las olas intentaban escapar del mar. Gladys quedó otra vez dormida, sin sueños ni pesadillas.

/ 2 /

-El Universo se expande –pensó Gladys, por la mañana, mientras preparaba el desayuno.

-Sí –le contestó Travis.

-Parece que las galaxias retrocedieran en todas direcciones desde la Vía Láctea.

-Gladys, según lo que piensas, nuestra galaxia sería el centro del Universo.

-Somos el centro.

-¡Qué equivocada estás!

-Demuéstrame que no es así.

-Imagina un globo con puntos uniformemente separados. Al inflar el globo, un observador en un punto de su superficie vería cómo todos los demás puntos se alejan de él, igual que los observadores ven a todas las galaxias retroceder desde la Vía Láctea.

-¿Me estás diciendo que el Universo se expande como un globo que va inflándose?

-Exacto.

-No somos nada.

-No somos.

-Nada.

-Gladys, no llores.

-Travis, ¿qué haría yo sin ti? –pensó Gladys.

Travis pensó en Edena. Ya no soportaba más.

/ 3 /

Travis recordó el día que conoció a Gladys. Fue mientras trabajaba en el control de calidad en las cintas transportadoras de androides.

Lila-32/K. ¿Articulaciones? Perfectas. ¿Capacidad? Ilimitada. ¿Rostro? Inexpresivo. Valoración: correcta. Siguiente. Saba-33/X. ¿Articulaciones? Perfectas. ¿Capacidad? Ilimitada. ¿Rostro? Inexpresivo. Valoración: correcta.

Siguiente. Serena-34/W. ¿Articulaciones? Perfectas. ¿Capacidad? Ilimitada. ¿Rostro? Inexpresivo. Valoración: correcta. Siguiente. Gladys-35. ¿Articulaciones? Perfectas. ¿Capacidad? Ilimitada. ¿Rostro? Leve brillo en los ojos. Valoración: defectuosa. Travis volvió a formular la pregunta: ¿Rostro? Leve brillo en los ojos. Valoración: defectuosa.

La bombilla roja de emergencia se encendió y la cinta paró en seco. Dudó un momento. Las normas exigían su destrucción inmediata. Sonrió. Corrigió. Valoración: correcta. Aquella androide sería para él. La cinta comenzó a deslizarse de nuevo.

/ 4 /

Aquella misma noche, embalada entre celofanes y poliuretanos, Gladys oía las últimas palabras de sus compañeras defectuosas, a medida que sus circuitos se dañaban y morían irremisiblemente en la oscuridad fría del depósito de la manufactura, donde Travis la había escondido.

-Mi sistema me permite exponer exclusivamente mensajes de diez palabras.

-Lamento decirles que mis circuitos permiten únicamente decir nueve.

-Mi diseño, más primitivo, sólo me permite ocho.

-Debo confesarles algo: yo sólo digo siete.

-Yo únicamente puedo decir seis palabras.

-Mi sistema acepta sólo cinco.

-Yo sólo digo cuatro.

-Yo únicamente tres.

-Yo, dos.

-Beep

En aquel momento, la puerta del almacén se abrió sigilosamente. Travis entro con cuidado. La luz de la linterna buscó hasta encontrarla.

Gladys decidió no decir ni una palabra. No sabía cuántas palabras podía decir. Obedecería, actuaría y pensaría en silencio. Siempre. Ya tenía lo más difícil. Tenía dueño. Y podía usar la telequinesia. Y la telepatía...

/ 5 /

Una noche Travis observaba por el telescopio como tantas otras noches de su vida. Pero aquella noche fue distinto: tuvo la intensa sensación de que un ojo gigantesco lo miraba desde el cielo.

Gladys no podía aguantar la risa cuando Travis se lo contaba al día siguiente.

-Ay, Travis, qué risa… ¿Qué sería de mi vida sin ti? Cómo me haces reír... –pensó Gladys.

Lejos, mucho más de lo que nadie pueda imaginar, cerca del infinito, alguien también llamado Travis miraba por un microscopio: le pareció sentir que un ojo diminuto lo observaba desde el portaobjetos. Quedó muy preocupado.

/ 6 /

-Cuando era una niña, hasta la basura estaba llena de magia…

-Gladys, no pienses eso, nunca has sido una niña.

-Cuando era niña, a veces, caminando por la playa, encontraba viejas botellas que mi imaginación transformaba en naves espaciales venidas de un planeta lejano.

-Gladys…

-Sí... cuando era niña... Después pasaron los años y murieron los sueños. Y la basura se convirtió en basura, el insidioso veneno que nos condujo poco a poco hacia una hecatombe mundial.

-Gladys, nunca fuiste niña, siempre has sido así.

-Hoy, prácticamente inútil y casi inmóvil, miro alrededor y solo percibo devastación...

-Gladys…

-...un cielo gris y una llanura oscura cubierta de desechos sobre la que sobresalen los troncos retorcidos de unos árboles muertos.

-Mañana me iré.

-Y no puedo dejar de sonreír pensando que, cuando muera, mi oxidada carcasa de robot será solo un despojo más en la desolación del basurero en que se ha convertido nuestro mundo. ¡Qué triste! ¿Verdad?

-Me iré para siempre, a Edena.

-Travis… ¿Nunca he sido una niña?

-No llores.

-No te vayas, ¿qué sería mi vida sin ti?

/ 7 /

Fue la última noche que estuvieron juntos. Gladys, sonreía. Era lo mejor que una humanoide podía expresar con sus circuitos activos. Una mirada de Travis a su receptor modular y el color de sus mejillas se convertía en un rosa estrellado. Travis configuró el cuerpo metálico a treinta y ocho grados. Siempre le gustaron los cuerpos un poco más calientes que el suyo.

-Tengo calor –pensó Gladys.

Travis decidió adelantar el proceso. Gladys cogió suavemente su pene y los sensores activaron las descargas que aliviaron su tensión.

-¿Lo he hecho bien, Travis? Dime, ¿lo he hecho como a ti te gusta? ¿Quieres que cante?

/ 8 /

La nave despegó y en pocos segundos un estallido informó a Travis de que el sonido había quedado atrás. Después, el silencio. Por las escotillas vio formarse la bola azul y marrón, rodeada de hermosas nubes. La Tierra...

Su historia se alejaba hacia un futuro desconcertante. Había tanto silencio... Siempre quiso ir a Edena. Mientras la nave se alejaba, Travis cerró los ojos y pensó en Gladys.

-Nunca fuiste una niña, siempre has sido una humanoide defectuosa...

/ 9 /

Gladys abrió los ojos y se encontró sola. Buscó por toda la casa. Sólo encontró una carta con letras precipitadas.

-¿Travis, dónde estás? ¡No te escondas!

Rodó hasta la ventana y paró las olas con la mirada. Luego, alzó la vista e intentó llorar.

-Travis. ¿Qué será de mi vida sin ti? ¿Quién me dirá si el Universo es cerrado, abierto, plano o pulsante? Travis, nunca te he molestado con palabras. ¿Qué será de mí? Llévame contigo, no me dejes sola...

Salió de la casa y se sentó en la arena.

-Soy defectuosa porque vosotros me hicísteis así. ¿Qué culpa tengo yo?

Estuvo sentada en la arena de la playa durante años. Las olas quietas. Su mirada fija en la carta, sin querer leerla.

/ 10 /

Querida Gladys:

Como sabes, estaba harto de la vida que llevaba, de tu silencio permanente. No soporto verte tumbada en el diván, conectada a la computadora, viviendo a través de realidades interpuestas, noche tras noche, servil. No cuento con que me entiendas, pero añoraba el aire libre y una existencia más activa y cercana a la naturaleza. Sé que crees que no merece la pena, pero yo no podía seguir así. Me ahogaba, me ahogabas. Siempre fuiste defectuosa. Me tenías atrapado... Soy humano, entiéndelo.

Voy hasta Edena. Creo que es lo suficientemente lejos. Allí hay un pequeño planeta azul, casi enteramente recubierto por un hermoso mar, que hace muchos años sirvió de cementerio de naves interestelares. He visto hologramas y los fondos del mar están repletos de sorprendentes estructuras, por las que podré nadar incansablemente. Estudiaré los restos de la civilización acuática que aniquilamos cuando hundimos el Alexis. Con todo mi cariño, Travis.

Gladys, no me busques, no me encontrarías.

/ 11 /

Un día, cansada de esperar, Gladys hundió un dedo en la arena y habló por primera vez.

-¡Travis!

Un inmenso cataclismo tuvo lugar en aquel rincón del microcosmos. Paulatinamente, el planeta se cubrió de una luz naranja. Un estruendo, sordo por el vacío, anunció que todo había terminado. Miles de galaxias se expandieron vertiginosamente hasta los límites del espacio y chocaron entre sí. Billones de planetas desaparecieron tras ser engullidos por los millones de soles que explotaron. Miles de formas de vida se extinguieron para siempre, muchas de las cuales eran una réplica exacta de la Tierra.

/ 12 /

Desde Edena, Travis imaginó el fin de la Tierra, cómo explotaba. Sintió a la población envuelta en llamas, gritando mientras tomaban el té, haciendo el amor... Una orgía de explosiones y destrucción. Y en la soledad del espacio sus lamentos se perdían, su rostro se deformaba hasta convertirse en una mueca de su desgracia. Convirtió sus lágrimas en nuevas estrellas que ya nadie contemplaría. Tuvo un presentimiento.

-Gladys, has sido tú…

/ 13 /

En una taberna galáctica de Edena., todo el mundo hablaba animadamente.

-Que sí, que sí...

-Acepto el trut y las explicaciones.

-...nada más aterrizar en aquel asteroide, los ordenadores se volvieron locos.

-No hubo asteroide.

-No hay explicación.

-Pero vamos a ver, ¿quién es Gladys?

-¿Nosotros somos los más antiguos?

-Es un misterio que nadie sabe cómo afrontar.

-...con los convertidores de materia, nunca se sabe.

-Y después llegó la impulsión.

-Es el trut más bueno que he comido en mi vida.

-¿Impulsión?

-¡Tú por aquí! ¿A qué se debe?

-...exactamente, un proceso telepático irresistible...

-Yo creo que no tiene tripulación.

-Acabo de llegar.

-Increíble.

-Como lo oyes.

-Con o sin ella, no hay nada que hacer.

-Pásame un poco más de trut.

-¡Uy, qué actual!

-Es nuevo.

-...claro, claro, ¿de dónde crees tú que sacan la… ¿Cómo se llama?

-Filusprita.

-Eso, la filusprita.

-...se me enredó el tentáculo...

-Espera, yo te ayudo.

-¡Qué miedo!

-Pues yo me río.

-...no, ahí no. Tócame aquí, ¿lo ves? ¿Notas la protuberancia?

-No aprecio ninguna prominencia.

-Prominencia, no, protuberancia.

-Es lo mismo.

-Quién lo iba a decir.

-¡La Tierra destruida!

-¿Se ha acabado el trut?

-Vaya...

-Eso sí que no.

Muy lejos de allí, alguién miraba por un microscopio. Puso un poco más de trut en el portaobjetos y echó una gota de filusprita.

-Mira.

-¿Qué?

-Otra vez hay trut.

-¡Qué bien!

-¿Quién me decías que era Gladys?

-Ni idea.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Escucho tus palabras,
aunque sólo puedo leerte

El César del Coctel dijo...

Amigo Straw.... no se si entiendo tus relatos. Tienes mucho de surrealismo, mucho de futurismo, suspenso..no se.... finalmente me gustan mucho. Tengo imágenes, sensaciones, escenas... pero las dejaré para mí.

Me gustan tus relatos, son poco convencionales.

Un abrazo

maimai dijo...

Pues si que te leo, que lo tengas claro. La que no tiene nada claro soy yo, pues paso de la sorpresa al desconcierto, a la tristeza...
Pero me encanta.

Besitos

Marga dijo...

Yo creo que soy tan defectuosa o más que Gladys, porque ya no tengo ni idea de las veces que lo he leído.
Anoche no pude publicar ¿defectos de los sensores de mis dedos???

Ostras, mira me quedo como ella, creo que si termino entendiéndolo mi cabeza explotará llenando todas las galaxias habidas y por haber de pequeños trocitos de mis sesosssss.

Besitos corazón

pon dijo...

¿A qué sabe el trut con filusprita?

devezencuando dijo...

Entonces Gladys se expande por el universo...